EL ABRAZO QUE NO CESA
Abrazados desde hace unos 6.000 años los arqueólogos descubrieron a los amantes de Valdaro, Mantua (Italia) en una excavación que arrojó a la luz aquella velada intimidad de otrora.
Fueron los protagonistas neolíticos de una antigua historia de amor a los que la muerte sorprendió unidos ?. Alguien los acomodó después de muertos? Lo último es lo mas probable, aunque quizás a estos interrogantes no se responderá jamas.
Lo poco que si sabemos, es que el hombre, de huesos grandes y robustos, abraza delicadamente a su amada. Ella lo recambia acariciándole el cuello con dulzura y apoyando sus piernas en las de él. Podemos adivinar también una última e insondable mirada de ojos vacíos antes de partir enamorados hacia el último viaje irrepetible. Muchos ven representado en estos dos esqueletos antiguos al verdadero amor eterno.
Mantua no está lejos de Verona, la ciudad donde Shakespeare ambientó a los protagonistas de aquella otra historia de amor y tragedia: Romeo y Julieta. Aparecen, de vez en cuando, descubrimientos como este de Valdaro, o el de los amantes de Sumpa (Ecuador) , o los de Teruel (España).
En estos tiempos de bitácoras errantes Y de géneros a la par indefinidos De otras horas nos recuerdan los amantes La fatal pulsión femenina / masculino
Francisco de Quevedo (1580-1645) ha escrito estos versos tan apropiados a aquella imagen:
Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi llama la agua fría, y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, medulas que han gloriosamente ardido:
su cuerpo dejará no su cuidado; serán ceniza, mas tendrá sentido; polvo serán, mas polvo enamorado.
Y para concluir este Soneto de Amor de Lope de Vega (1562 – 1635)
Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe.